OPINIONES DE OTROS PROFESIONALES. PORTAL DE PSICOCRIMINOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE


OPINIÓN

¿Qué opina… Francisco Bernabeu Ayela sobre la Criminología y los Criminólogos?

Hasta hace no muchos años, cuando uno decía que era criminólogo, se podían observar fundamentalmente dos reacciones: o una exclamación -en la mayor parte de casos irónica- que venía a decir algo así como ¡qué miedo!; o bien una expresión bastante neutra que denotaba que el interlocutor no sabía muy bien que era “eso”, y que -en todo caso y salvo excepciones- no se decidía a profundizar en esas cuestiones insondables y misteriosas.

Ahora, ya no. Ahora, de manera casi inevitable, la respuesta es unánime: ¡Ah! ¡Como los del CSI!. Entonces, de manera bastante resignada, el criminólogo pasa a explicarle que sí, que los criminalistas (especialmente los que estudian y actúan en la escena del crimen propiamente dicha) también son criminólogos, pero que la Criminología es mucho más que la mera Criminalística. Y también algo más que los de la serie “Mentes criminales”, en la que los protagonistas también estudian la escena del crimen y el comportamiento criminal, pero desde otro punto de vista.

Y es que la Criminología es, como ciencia, centenaria pero joven. Y, en España, prácticamente inédita como profesión. En el primero de los casos, es ya algo admitido por amplio consenso que estudia científica y empíricamente todo lo relacionado con el delito, el delincuente, la víctima y la reacción social respecto de todos los anteriores elementos.

Reacción social entendida en un sentido amplio, por lo que se incluye en este concepto -entre otras muchas cosas- todo lo relacionado con los agentes de control informal, los temas policiales de cualquier tipo, las cuestiones penológicas y penitenciarias, la visión criminológica del ámbito judicial, las cuestiones educacionales y de prevención relacionadas con este ámbito, o la parte de la Política Criminal mas conectada con la realidad social que nos rodea.

La Criminología estudia y trata el delito tanto como acción individual, como fenómeno macrosocial, pasando por todas las graduaciones intermedias. Y se ocupa y preocupa de delincuentes y víctimas, desde todos los puntos de vista, sin olvidar la importancia de las interacciones entre ambos.

Su multidisciplinariedad ha sido -al mismo tiempo- una de sus virtudes y uno de sus mayores lastres, ya que -durante mucho tiempo y sobre todo en España- ha sido aprovechada por una cierta cantidad de otras ciencias, y un aún mayor número de personas- para enriquecer sus disciplinas propias a costa de haber podido lograr un mayor impulso y desarrollo de ella.

La otra gran pregunta surge, a veces directamente, a veces como consecuencia de la anterior: entonces, ¿en que trabaja un criminólogo?. Y, en este caso, a veces incluso la hacen quienes han estudiado o estudian Criminología…

Afortunadamente, la publicación en el año 2003 del Real Decreto 858, que instaura la Criminología como licenciatura de segundo ciclo, supuso un esperado e importante cambio cualitativo en la consideración del criminólogo como profesional. A partir de entonces, de forma oficial y reglada en España, el criminólogo es el experto en los distintos aspectos relacionados con el hecho criminal o con la conducta desviada. Es decir, en todo aquello en que aparezca alguno de estos aspectos (que, por cierto, no están asignados expresamente a ninguna otra titulación) el criminólogo está académica y legalmente capacitado para intervenir profesionalmente.

De esa manera, y precisamente por ello, el Libro Blanco del Grado en Criminología establece las distintas áreas en las que el criminólogo puede ejercer su profesión. Muy sintéticamente, citaremos sólo algunas.

En el ámbito policial (siendo o no policías), dirigiendo y formando parte de las Unidades de Policía Científica, incluyéndose en unidades especializadas en la lucha contra determinados tipos de delito, elaborando perfiles criminológicos, y asesorando en estrategias de prevención situacional o en las características criminológicas de la mayor parte de los delitos, entre otros ejemplos.

En el penitenciario, formando parte de las Juntas de Tratamiento y de los Equipos Técnicos, asesorando a los jueces de Vigilancia Penitenciaria, e informando y controlando los cambios de clasificación penitenciaria, los permisos de salida, la libertad condicional, el régimen abierto y los beneficios penitenciarios.

En las Oficinas de Ayuda a la Víctima, atendiendo inicialmente de forma empática, especializada y científica a las víctimas de todo tipo de delito, elaborando informes victimológicos y encuestas de victimización, diseñando y aplicando estrategias de prevención victimológica, o interviniendo en los procesos de mediación y conciliación, tanto judicial como extrajudicial.

En la vertiente judicial, actuando como criminólogo forense, siendo el responsable de la realización, control y seguimiento de las estadísticas judiciales sobre el delito, o elaborando informes criminológicos. Y, en la Justicia de menores, formando parte de los Equipos Técnicos que informan sobre las características criminológicas de los menores y su evolución, su posible situación de riesgo, participando en los programas de tratamiento y prevención, o colaborando en los informes durante la vista oral.

En la seguridad privada, siendo gerentes, mandos superiores o ejecutivos de empresas de seguridad, Directores o Jefes de Seguridad, o asesorándoles en sus actividades en el aspecto criminológico. También participando en la formación reglamentada para personal de seguridad.

En relación con la Criminología Administrativa, el criminólogo debe estar presente para -en todos los niveles de la Administración Pública (desde el nacional hasta el local, pasando por el autonómico)- actuar profesionalmente, entre muchos otros, en aspectos como los del tratamiento y prevención de la violencia escolar, de la marginalidad y la marginación, en la mendicidad y la prostitución, sobre la problemática delincuencial y victimológica de la inmigración, en el asesoramiento criminológico del diseño urbanístico, o en la elaboración de estrategias y aplicación de técnicas relacionadas con la Política Criminal.

Para la profesión de criminólogo, todavía en fase de implementación y desarrollo, el problema es que la sociedad, y dentro de ella muchos de los posibles “clientes” a los que podemos servir, no son conscientes de lo que realmente les podemos brindar. El poder lograr que lo sean será fruto del esfuerzo de todos y cada uno de los criminólogos, al demostrar que realmente podemos ofrecer algo importante en las áreas profesionales que se han mencionado y que nadie -en la actualidad- es capaz de aportar desde nuestro punto de vista. Y en ello está incluido, desde luego, lo que hacen en la serie “Mentes criminales”. ¡Ah!, y también los del CSI.

Francisco José Bernabeu Ayela.
Presidente ACRA
Vicepresidente FACE